Inauguración de La Casa de la Maestra
Un gran día de entrañable celebración compartida.
Afortunadamente, todos, o casi todos, hemos asistido a la escuela. Hemos asistido hace más o menos años a la escuela o a varias escuelas… todos, o casi todos, hemos tenido maestras… muchos hemos tenido hijos que han tenido maestras y padres y madres que tuvieron maestras y maestros…; esto ya es un enorme regalo.
No siempre todas las personas ni en todos los lugares, han tenido la suerte de ir a la escuela ni de tener maestras. Y que sea así ha costado mucho a muchas personas, y tristemente, a menudo lo olvidamos.
Ese día, 27 de Abril del 2024, justo quisimos hacer lo contrario… quisimos recordar y poner en valor el poder de la EDUCACIÓN… hablando del NOBLE OFICIO DE EDUCAR, con la presentación de este libro de Jaime Buhigas, y con la apertura de LA CASA DE LA MAESTRA.
Tuvimos el reconocimiento institucional del Ayuntamiento, con la presencia de Kiko, nuestro alcalde y con el apoyo de Manoli y de la Biblioteca de Castropol, que nos condujo a través del Castropol de Cernuda…; nunca pudo imaginar D. Luis cuán fructíferos iban a ser los diez días del verano del 35 que pasó en nuestro pueblo.
Esa tarde, celebramos un acto puramente educativo; un acto para hablar de educación, para presentar un libro, escrito por un gran amigo y prologado por una gran amiga de La Casa de la Maestra. Jaime pone palabras a lo que muchos pensamos y nos inspira continuamente para la acción… ha sido y es maestro, profesor, inspirador y con letras muy grandes, mi amigo; amigo incansable en su apoyo a esta Casa, y su libro se convierte en la mejor carta de presentación. En él se recupera el lenguaje epistolar y en dieciocho cartas dirigidas a profesores y alumnos y a otros agentes de la sociedad educadora, nos muestra tanto el amplio conocimiento que tiene de la escuela, como una sensibilidad nada frecuente, que le permite identificar la esencia y la belleza del papel que juega cada uno de esos protagonistas de la educación.
Haciendo una apasionada defensa del profesor veterano, y reivindicando la urgencia de que todo profesor, sea de la etapa que sea, debe ser ante todo una persona culta, Jaime nos recuerda que educar es «una de las labores más nobles y elevadas a las que puede aspirar el ser humano».
Este bello libro tiene un bello prólogo de mi querida amiga Guada, directora de innovación del colegio Estudio.
Guadalupe Lorente y yo compartimos visión, reivindicamos repensar la escuela y nos cuestionamos su escala y sus tiempos…; y nos proponemos como misión, poner nuestra experiencia a disposición de La Casa de la Maestra e intentar que las escuelas no pierdan el alma…; o que la busquen, si nunca la tuvieron.